14.7.10

A veces da miedo abrir los ojos, porque quizás los abrís y ves todo patas para arriba; Eso es lo que en verdad da miedo, los cambios. Como un chico que juega a las escondidas tapándose los ojos, creyendo que así no lo ven, uno a veces cierra los ojos como si así fueran a desaparecer los problemas. Uno detesta y ama a esa persona o a ese espejo que te canta la posta. Uno detesta y ama a quien abre tus ojos.
Abrir los ojos tiene gusto agridulce. Por un lado, como que se pierde la magia, pero por el otro... se sale del engaño. A veces lo que tenemos que ver es tan horrible, que preferimos hacer la vista a un lado, y vivir en una cajita de cristal. Y otras veces la burbuja se pincha, y no queda otra que abrir los ojos y mirar lo que NO QUERÍAMOS VER.